Cada año, en noviembre, Barrow, Alaska (ahora conocido oficialmente como Utqiaġvik) se sumerge en la oscuridad total durante un fenómeno natural llamado noche polar. Este fenómeno es característico de las regiones situadas dentro del Círculo Polar Ártico y se debe a la inclinación de la Tierra con respecto al Sol.
¿Qué es la noche polar?
La noche polar ocurre cuando el Sol no se eleva por encima del horizonte durante un periodo prolongado. En Utqiaġvik, este fenómeno comienza aproximadamente el 18 de noviembre y se extiende hasta finales de enero. Durante este tiempo, el pueblo queda sumido en la penumbra y oscuridad, aunque hay breves momentos de crepúsculo cuando el Sol se encuentra justo por debajo del horizonte, proporcionando una leve iluminación.
El ciclo de la oscuridad
La última puesta de sol en Utqiaġvik antes de la noche polar marca un evento significativo para los residentes. Después de esto, el Sol no volverá a aparecer hasta finales de enero, cuando el día polar comenzará gradualmente a regresar. Aunque la oscuridad puede parecer implacable, no es absoluta; la luz de la Luna, las estrellas y, en ocasiones, las auroras boreales, iluminan el cielo y ofrecen un espectáculo natural único.
Impacto en la vida diaria
La noche polar afecta tanto a los residentes como a la fauna local. Las personas que viven en Utqiaġvik están acostumbradas a este fenómeno y han desarrollado estrategias para sobrellevar la falta de luz, como mantener rutinas regulares, utilizar lámparas de luz solar y participar en actividades comunitarias. Sin embargo, la falta de luz natural puede tener efectos en la salud mental, como la aparición de síntomas de depresión estacional.
Para la fauna, especialmente los animales árticos como osos polares y zorros árticos, la noche polar forma parte del ciclo natural y no interfiere significativamente en su comportamiento adaptado al entorno.
Un fenómeno fascinante
Para los visitantes y amantes del Ártico, la noche polar ofrece una experiencia fascinante y única. Las auroras boreales suelen ser más visibles durante este periodo debido a la falta de luz solar, lo que convierte a Utqiaġvik en un destino especial para aquellos interesados en la observación de este fenómeno.
En resumen, el inicio de la noche polar en Barrow/Utqiaġvik es un recordatorio del impresionante e implacable poder de la naturaleza, y de la capacidad de adaptación tanto de los humanos como de la vida silvestre que llaman hogar a esta región remota.
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